Hace algunos años me encontré con una frase que no solo me resolvió varias dudas, sino que además me solucionó muchos problemas: “A los ídolos es mejor no tocarlos, pues algo de la pintura dorada que los recubre se nos queda siempre en las manos”. La frase es de Gustav Flaubert y la usa para describir la decepción que sufre Madame Bovary cuando descubre que la pasión que siente por León no es recíproca.
Acabo de escuchar el audio del Nene Cubillas e inmediatamente la frase vino a mí. Como diciéndome “no te olvides en lo que crees”. Como si viniera a consolarme.