Las palabras son como los hombres. Nacen, viajan,
están sujetas a modas, participan en concursos de belleza, se divierten,
juegan, envejecen, y finalmente mueren.
A finales de la década del 80, en Chile, las
esdrújulas, sobresdrújulas y graves, participaron de un concurso de belleza.
Bajo los auspicios del diario El
Mercurio, Jorge Luis Borges, Lázaro Carreter, Julián Marías, Gregorio
Marañón, Camilo José Cela, José Donoso y Arturo Uslar Pietri, se encargaron de
seleccionar las diez palabras semánticamente más bellas. No se sabe cuántas
participaron en la preselección, tampoco si la decisión del jurado fue unánime,
lo único que se conoce es que las “ganadoras” fueron: libertad, mar, madre,
azul, paz, dios, esperanza, belleza, amor y amistad.