Me hicieron una entrevista sobre el tema que todos debaten en estos días. Aquí un extracto.
P. ¿Qué le parece toda esta polémica en torno a un posible llamado de Claudio Pizarro a la selección?
R. En realidad me parece una locura. Luego del partido con Nueva Zelanda, puse un tuit en el que decía que ojalá los periodistas deportivos no escriban una de sus páginas más negras cuando se debata, discuta o especule sobre los posibles convocados al Mundial. Lo puedes buscar en mi timeline. Y la verdad es que algunos lo hicieron. En realidad me temía un debate como el que se ha desatado. Sabes, en realidad es conocido que yo defiendo a Pizarro. Sin embargo, no creo que se le deba llamar. Y listo. Nada más. No tengo porque poner un extenso estado de Facebook, editorial o tuitear sobre el tema. Mucho menos burlarme o alegrarme. El problema es que algunos se lo toman muy en serio. De forma muy pasional. Dejemos la pasión para otra cosa. Es absurdo que se hable de los "amigos" de Pizarro y la "argolla que maneja". Indirectamente ente es un insulto muy fuerte a Gareca. Están diciendo, sin decirlo, que es un estúpido que se deja manejar. ¿Sabes algo? Si por algún motivo quisiera que llamen a Pizarro sería para ver la cara de esos que hablan con odio. Puedes no querer que lo llamen, pero de ahí a ponerle pasión a un hecho tan episódico, finalmente tan nimio, es no sólo absurdo sino además patológico. Además, la lista ya la debe tener definida Gareca hace rato. Esa pasión, ese encono, es un síntoma de algo más complicado.
P. ¿A qué se refiere con síntoma de algo?