“El fútbol no es una cuestión de vida o muerte. Es mucho más que eso”
Billy Shankly (Exjugador y manager del Liverpool)
El fútbol peruano es una película. Dramática como esas donde a Pedro Infante se le muere hasta el perrito. Angustiante como Psicosis, Los pájaros o cualquier otra del maestro Hitchcock. Y absurda, como la más lograda alucinación de Woody Allen. Pero el drama no queda ahí: faltan los periodistas deportivos.
La jugada la sufrimos todos. Benavente ejecuta un tiro libre, Flores que ”pivotea” y Reyna que la mete. ¡Gol peruano! grita el narrador y casi al instante se desdice. ¡No, el árbitro lo anula. El juez de línea levantó el banderín, cobra posición adelantada, ah pues, si es ecuatoriano...! Sentencia.
Minutos antes el comentarista reclama por los recogebolas. ¿Han desaparecido? Se pegunta. Sugiere que hasta los chicos que llevan y traen la pelota están contra el Perú. A estas alturas el espectador no tiene dudas: es un complot.