abril 01, 2013

PACO DE ASÍS Y SAN PEPE

    Los hermanos menores lo eligieron su padre. Cómo no hacerlo si el Sol y la Luna, el Viento y el Agua eran sus hermanos. Cómo no iba a ser el padre, si la Madre Tierra era su hermana y la Muerte Corporal, de la que ningún hombre viviente puede escapar, también.

    San Francisco de Asís era el padre, por eso lo comenzaron a llamar Pater Comunitatis.

    Con el tiempo, y para no hacerla larga, simplemente lo llamaron por las dos primeras sílabas de su apelativo. Pater Comunitatis pasó a ser Pa – Co.

    Por el hermano Sol, la hermana Luna, los hermanos Viento y Agua, por la Madre Tierra y su hermana la Muerte Corporal, a los Francisco se les dice Paco.

    Los cristianos de antes eran divertidos para poner apodos. Un ejemplo de ello es Paco de Asís; otro, Pepe, el papá de Jesús.

    José sabía que no era el padre de Jesús, pero también sabía que era su padre. Por eso, por saber que era y no era, lo llamaron Pater Putativum.

    Pater Putativum se convirtió en el disfraz con el que José se escondió durante la persecución a cristianos. Como ya sabemos que a los cristianos no les gustaba hacerla larga, comenzaron a llamarlo por las iniciales de su apelativo. Pater Putativum se convirtió en PP.

    La historia de los nombres puede ser simple y deslumbrante como Pepe y Paco, y también milagrosa como Verónica.

    Los azotes y la pesada cruz terminaron por vencer a Jesús. En el suelo, derrotado por el cansancio, algunos intentaron ayudarlo, pero los soldados no los dejaban. Solo una dama consiguió limpiarle el rostro. Para sorpresa de ella, en el pañuelo con el que había limpiado la cara de Jesús, se había dibujado su rostro con sangre.

    Aquella señora había obtenido el Vero Icono de Jesús. Con el tiempo, la del Vero Icono ingresó al santoral como santa Verónica.

    Algunos nombres tienen un nacimiento deslumbrante, otros no se conforman con eso y van más allá de la línea punteada que les asigna el documento de identidad, cobran vida propia y se meten en el diccionario con otro significado.

    Eso fue lo que le ocurrió a Etienne de Silhouette ministro de economía de Luis XV. Aunque al comienzo de su gestión logró incrementar las arcas debido a una agresiva política de impuestos, finalmente su administración fue un fracaso. Como protesta, los modistos franceses diseñaron la moda a la Silhouette. Los modelos consistían en ropa muy ceñida y sin bolsillos; total debido a la crisis ya no hacían falta.

    Con el tiempo la moda a lo Silhouette se convirtió en moda a la silueta.

    Una famiilia de Bruselas no se conformó con el destino de DNI de su apellido. Por generaciones esta familia se encargó de vender instrumentos musicales en Bruselas. Pero el viejo Carlos José no quería que su hijo Joseph se dedicara a lo mismo e intentó introducirlo en la práctica de algún instrumento.

    El pequeño Joseph no logró interesarse por nada y como no existía el instrumento que le gustaba decidió crearse uno. Como si se tratase de un Frankestein musical, unió clarinete, trombón y flauta e inventó un nuevo instrumento al que puso su apellido: Sax.

    Hay apellidos que cambian su naturaleza y trascienden de otra manera.

    Mambrú se fue a la guerra fue la canción con que mi madre calmaba mis noches de insomnio infantil. Cada vez que una pesada comida o una película de terror no me dejaban dormir, mi madre solucionaba el problema cantándome las hazañas de este personaje.

    Con el tiempo me enteré que aquel soldado que calmaba mis desvelos, no era sino la deformación del apellido del general Marlborough, muy famoso en el siglo XVIII. La canción se hizo popular debido a que como mi madre, María Antonieta se la cantaba a sus hijos.

    Como los hombres, las palabras también tienen un destino impredecible, de trascendencias inesperadas y equivocaciones afortunadas. Como los hombres, las palabras también son gobernadas por el azar.

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