julio 02, 2014

A PROPÓSITO DEL DEPORTE

    Acabo de leerle a mi hijo, vía Skype, el poema que Mandela repetía en prisión. En esa prisión a la que estaba condenado de por vida. Y he llorado. No lo pude evitar. Tampoco me interesa hacerlo. El poema es de aquella secuencia de la película Invictus en la que el capitán del equipo de Rugby, los Springboks, entra a la celda en la que estuvo Mandela. Francois Pienaar, interpretado por Matt Damon, estira los brazos y se conmueve con las escasas dimensiones del lugar en el que estuvo Madiba por 20 años. 2 metros 40 centímetros por 2 metros 10 centímetros. Mandela fue condenado a cadena perpetua pero afortunadamente salió a los 18 años.

    El conmovedor poema que se lee en la pequeña celda, fue la parte final del curso Ciencia Política de la maestría de periodismo de la UPSMP con Santiago Mariani. “Si lloran les subo puntos”, nos advirtió el talentoso Santiago. Antes habíamos visto un documental sobre el uso del rugby como elemento integrador de la complicada sociedad sudafricana. El llanto, luego de leerle el poema a mi hijo, tiene que ver con la conmovedora vida de Mandela, pero también he pensado mucho en la complicada sociedad peruana. Mi llanto fue por mi familia, migrantes todos, que lucharon y luchan finalmente por sobrevivir. Fragor en el que quedaron mi vieja y mi hermana, víctimas de esta complicada sociedad. El llanto también fue por mi hijo que tuvo que irse del país porque por aquí la cosa es complicada.
    Aquí la secuencia de la película Invictus y el poema de William Ernest Henley. Hay que verla. Está buena.


Más allá de la noche que me cubre,

negra como el abismo insondable,

doy gracias al dios que fuere

por mi alma inconquistable.


En las garras de las circunstancias

no he gemido ni llorado.

Sometido a los golpes del destino

mi cabeza sangra, pero está erguida.


Más allá de este lugar de ira y llantos

donde yace el horror de la sombra,

la amenaza de los años

me halla, y me hallará sin temor.


No importa cuán estrecho sea el camino,

ni cuán cargada de castigos la sentencia,

soy el amo de mi destino,

soy el capitán de mi alma.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me ha encantado tu post, me ha hecho recordad varias cosas que dejo de lado por un "tu no puedes" o "tu no estas listo", gran poema si lo he escuchado varias veces y he visto la película INVICTUS es una de mis favoritas por su mensaje profundo

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