Alianza es el mejor
equipo del Perú. Lo hemos dicho muchas veces, la mayoría de ellas amparados más
en la emoción que en la razón. Y es que el hincha de cualquier equipo es así. Habla
más con el corazón que con el cerebro. Es como el enamorado. Alberto Moravia en
“La Romana”, para describir el absurdo amor de su bella protagonista, dice: “El amor es una lente por donde un monstruo se
ve hermoso”. Nunca una frase fue tan cierta. Para mi vieja yo era el chico más
lindo del mundo, imagínense. Y así es el hincha. No ve la realidad. Pero hoy no
quiero ser así. Con la contundencia del dato histórico en la mano insisto en que
Alianza es el mejor equipo del Perú. A las pruebas me remito.
No voy a hablar de
campeonatos, pues en nuestro país, salvo el Cienciano, nadie logró nada
trascendente. Algún fanático dirá que entonces se pueden medir los títulos
nacionales, tampoco lo haré pues hay una discusión sobre eso. Hemos reclamado
un tetracampeonato y la Federación no nos responde, silencio por demás
significativo.
Pero no todos los
campeonatos están en cuestión. En los países del primer mundo futbolístico
dicen que los clásicos son campeonatos aparte. Sabemos que un clásico es la
fiesta máxima del fútbol, que perder o ganar uno de ellos es algo que va de
frente a la vena. Y en ese campeonato aparte llevamos una gran diferencia ante
nuestros históricos rivales.
Cremas y Celestes
podrán tener los campeonatos que quieran, pero en ese campeonato especial, en este
triangular histórico, están muy lejos de nosotros.
Es contundente lo de
los partidos comunes, pero no obstante, ese no es el punto que nos hace
diferentes en el fútbol peruano. No hablaré entonces de eso, hablaré del Perú
futbolístico.
Para hacerlo le hago
una pregunta a los incrédulos hinchas de otros equipos: ¿cómo sería si
sacáramos los goles aliancistas de los mundiales? ¿Cómo sería el Perú
futbolístico sin los goles blanquiazules? Pues sería terrible. El poco de
historia que tenemos desaparecería. Así de simple.
Por ejemplo si sacamos
los 10 goles de Cubillas, jugador de la cantera de Alianza, noveno goleador de
la historia de los mundiales, el segundo volante con más con más goles en la
historia del fútbol mundial, solo superado por Pelé, pasaría lo siguiente:
Para empezar, en México
70 no le hubiéramos ganado a Bulgaria. El partido terminaría empatado pues el
gol del triunfo lo hizo el Nene. En ese mismo mundial nuestra goleada a
Marruecos, una de las dos que hemos tenido, se reduciría a la diferencia mínima
pues dos goles fueron de Teófilo. Y Brasil y Alemania nos hubieran goleado pues
los goles de honor también los hizo el Nene. Si no fuera por el Cubillas
nuestra participación en México 70 hubiera pasado desapercibida.
En Argentina 78 el triunfo
contra Escocia, uno de los puntos máximos en nuestra famélica historia
futbolera, no hubiera existido porque los tres goles los marcaron 2 aliancistas:
Cueto (1) y Cubillas (2).
Y nuestra otra goleada,
4-1 contra Irán en el mundial de Argentina 78, tampoco existiría pues los 4
goles fueron de blanquiazules: 3 del Nene y uno de Velásquez.
Algunos dirán que hacer
mención de los mundiales es irse demasiado lejos, a ese dolido hincha le diré
entonces que me ubicaré más cerca en el espacio y, por ejemplo, haré mención a
las dos últimas copas América.
Para empezar en la Copa
América del 2011 realizada en Argentina el goleador fue Guerrero. Y en la
reciente de Chile, el sobrino de “Caico” González Ganosa también fue el máximo
artillero. Y ya sabes, Guerrero es made in Alianza. Pero la cosa no queda ahí.
Todos los goles de la
última Copa América fueron realizados por jugadores que se formaron o jugaron
en Alianza. Y en todo caso todos eran hinchas del equipo del pueblo. Veamos:
Contra Brasil el gol de
Perú lo hizo Cueva, en ese momento jugador nuestro, pero además, y es de público
conocimiento, hincha a muerte de Alianza. Contra Venezuela, el gol lo hizo
Claudio Pizarro, de raza aliancista. Contra Bolivia ganamos con tres goles de
Guerrero y contra Paraguay los goles fueron de Guerrero y Carrillo. Antes
contra Chile el gol fue producto de un centro de Advíncula.
Y es que así somos.
Alianza es el Perú y el Perú es Alianza. Si no fuera por nosotros el Perú
futbolístico no existiría. Así de grandes somos.
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