febrero 13, 2016

CARTA A MI HIJO ADRIANO

Carta a mi hijo Adriano de 3 años:

Me emocioné mucho cuando el domingo tu tío Fernando te preguntó de qué equipo eras y dijiste que de Alianza. La emoción es, principalmente, porque nunca te enseñé que dijeras eso. Me parece absurdo e invasivo hacerlo cuando eres tan chico. Tal vez más adelante te vaya aplicando dosis moderadas de aliancismo. A estas alturas me parece irrespetuoso. Claro que me gustaría que fueras de Alianza y que lo grites con todas tus fuerzas, pero me interesa mucho más tu independencia, tu libertad. Sé que un padre termina modelando a sus hijos a su gusto, pero hay límites. A esta edad hay cosas más importantes para ti y lo respeto.
Nunca te dije que fueras de Alianza por lo menos conscientemente. Es cierto que cuando solo tenías un mes publiqué una foto tuya en el Bocón con la blanquiazul, y que cuando juega Alianza me pongo la camiseta, pero es imposible que relaciones colores con equipo y mucho menos con el nombre y encima que tú te digas de ese equipo. Eres tan chico que es increíble. Me sorprendió tu respuesta. Me dio mucha alegría.
No sé por qué dijiste que eras de Alianza, pues ni siquiera te llevé a Matute y por ahí escuchaste canciones o gritos con el nombre del equipo. No te llevo aun a la Caldera porque considero casi un delito llevar a un menor al estadio. Tal vez a partir de los 6 años, pero tan pequeño puede ser traumático. Llevar a un bebé a la tribuna no tiene nada que ver con el amor al club y sí mucho con la ignorancia y egoísmo de los padres. Es el típico papá que piensa primero en él y luego en su hijo. Hay tantos…

Luego de escuchar esa respuesta pensé mucho que tal vez termines siendo de Alianza. Qué felicidad sería. No sé si llegarás a ser tan fanático del equipo como tu hermano o yo, tampoco sé si es recomendable. En todo caso, próximo a entrar a esta religión creo necesario darte unos consejos que debes ir aplicando gradualmente. No de niño, en donde estaré yo para guiarte en tus idas al estadio, sino de grande, cuando ya empieces a caminar solo por la vida. Ahí van:


           
-    En primer lugar, hay que entender que el amor por un equipo no debe tener como centro de gravedad el odio hacia el rival. Eso ocurre cuando el hincha tiene carencias afectivas que termina llevando el equipo. Sé que eso no pasará contigo pues eres criado con mucho amor. Igual te sugiero que pienses en lo absurdo que es que el cariño por Alianza parta del odio a otro club. Pasa mucho y lo considero no solo una estupidez sino un germen de violencia. Desgraciadamente muchos medios de comunicación contribuyen con esto publicando noticias que incitan la irracionalidad, pero por favor, ni siquiera por momentos, te dejes seducir por la miel de la agresión al rival.
-    Solo viendo quiénes fuimos podemos saber quiénes somos, por eso para la identidad aliancista es muy importante saber nuestra historia. Somos un equipo que nació en un barrio, en un humilde barrio del Cercado de Lima, en Cotabambas. Nuestro club fue fundado por obreros. Eso nos hace diferentes a otros clubes que fueron formados en instituciones públicas o privadas o simplemente compraron la categoría. Cuando dicen que somos El Equipo del Pueblo, no es una frase más, es la más contundente realidad. Nuestra esencia, nuestro origen, es humilde. 
-    Esa misma historia habla de un jugador, Teófilo Cubillas, salido de nuestras canteras y que es el noveno goleador de la historia de los mundiales de fútbol. Nunca olvides eso, Cubillas es nuestro más grande ídolo y viene de una familia humilde de un barrio popular como Puente Piedra. Cubillas consiguió todo lo que un futbolista anhela. Es un grande entre los grandes. Vanidades aparte lo entrevisté dos veces y hasta jugué pelota con él. Tu hermano tiene una foto con nuestro ídolo.
-    Tenemos campeones mundiales de clubes como El Conejo Benites o Claudio Pizarro, este último además goleador histórico de la Bundesliga. Tenemos a Teófilo Cubillas, José Velásquez y César Cueto como la mejor volante de la primera ronda del Mundial Argentina 78, algo que nos debe llenar de orgullo. Y en la Champions del 2014 tuvimos tres participantes con corazón aliancista: Claudio Pizarro, Jefferson Farfán y André Carrillo. Nunca antes pasó eso en el fútbol peruano con otro club. Eso también nos hace distintos.

Vayamos a cosas más mundanas, pero también importantes.

-    Ir a ver a Alianza es una experiencia que puedes empezar en La esquina de los amargos, cruce de las calles Pizarro e Italia, o comiéndote un cebichito en El Verídico de Fidel. Seguro que al comienzo lo haremos juntos, después podrás ir solo o con tus amigos. En El V    erídico... la jornada comienza, y tal vez termine, pidiendo una leche de tigre Jayito. Contundente.
-    Ya en Matute resulta obligatorio comerte el clásico de la tía Tina en occidente. No hay forma de equivocarte, es la única. Te recomiendo que lo hagas antes del partido. Compras tu postre y lo comes viendo el preliminar. Claro que también lo puedes comer al medio tiempo, pero tendrás algunos problemas. En primer lugar, se llena de gente y te puede llegar el segundo tiempo en la cola. Lo otro es que por la angustia del encuentro aún no terminado te caiga mal el postre. Comer con ansiedad es terrible. Es cierto que al inicio del partido también hay esos nervios lógicos, pero es otra cosa. Mientras esperas el partido hay cierto relajo que te permitirá comer tranquilo esa delicia.
Si lo que quieres son anticuchos, en el mismo occidente, pero pegado a norte encontrarás unos de antología. Igual modérate al comer.
-    Si quieres comprar algo fuera del Matute, hazlo al final del partido y no al inicio. Sé que la ansiedad te matará por comprar, pero créeme, al  final rematan las cosas.
-    Si vas a occidente nunca compres boletos de las primeras filas pues no verás el partido. Lo hice alguna vez obligado por las circunstancias pues era lo único que quedaba. Fatal. Lo único que verás será las espaldas de los reporteros o recogebolas. Lo mejor será que compres a partir de la fila 15 y de ser posible cerca de una puerta. Para mí el mejor lugar es la fila 22 cerca a una entrada donde están los baños y los postres. No hay pierde. Aunque lo cierto es que en SVR los partidos se viven de otra manera, pero ahí solo podrás ir cuando seas mayor de edad.

Por el momento esas son las recomendaciones básicas. Igual cuando vayamos irás aprendiendo. Y lo principal, siempre hay que apoyar al club. Más aún cuando está perdiendo. El amor hacia el club no se condiciona. Hay quienes quieren a su equipo solo cuando ganan, nosotros, los buenos aliancistas, lo queremos siempre. Campeonemos o no, siempre estaremos ahí. Porque el amor hacia tu equipo, aunque en realidad ningún amor, nunca debe estar condicionado a nada.
Aun tienes tres años así que estos consejos recién los leerás en mucho tiempo y los pensarás mucho después. Igual ahí quedan.
Arriba Alianza, Adriano.

4 comentarios:

Unknown dijo...

También aliancistas campeones mundiales de clubs
Juan Joya y Paolo Guerrero

Unknown dijo...

También aliancistas campeones mundiales de clubs
Juan Joya y Paolo Guerrero

Unknown dijo...

Que emoción así grande he sentido al leer lo que escribes a ti hijo. Soy Aliancista de corazón igual que mi padre y también mi hija y ahora mi espoao italiano también lo es. Arriba Alianza.

Unknown dijo...

He sentido una gran emoción al leer lo que escribes a tu hijito. Soy aliancista de corazón al igual que mi padre y ahora mi hoja lo es. Arriba Alianza toda la vida!

EL PERDEDOR

     Me gustaba el box. Ya no. Disfruté mucho la época de los 80. Ray “Sugar” Leonard, Roberto “Mano de Piedra” Durán, Tomy Hearns, Marvin H...