La radio es un eco subliminal con un poder mágico capaz de hacer que vibren cuerdas remotas y olvidadas...Marshal McLuhan
Welles encargó a su socio Howard Koch elaborar un guión basado en la obra de H.G. Wells, "La guerra de los mundos". El único propósito de esa emisión era “robarle” a la competencia algunos puntos de rating. Ni Welles ni Koch imaginaron que esa adaptación se convertiría en el fenómeno más grande en la historia de las comunicaciones.
El programa de aquel 30 de octubre de 1938 comenzó de una manera distinta. Un desconocido pianista abrió la emisión. Cinco minutos después un parte meteorológico anunciaba una ligera perturbación atmosférica. El programa continuó con más música.
Tres minutos después una nueva interrupción. Un flash meteorológico informa sobre diversas explosiones de gas incandescente en el planeta Marte. Acto seguido el periodista Carl Philips, el astrónomo Richard Pierson y el general Montgomery Smith analizan el fenómeno, pero son interrumpidos por un informe en vivo. Personas de diferentes lugares aseguran haber visto la caída de un meteorito en una granja de New Jersey. Un reportero se "traslada a la zona" y "comprueba" que se trata de un vehículo espacial cilíndrico de unos 27 metros de diámetro.
El osado hombre de prensa decide acercarse a la nave pero la comunicación se interrumpe. Al cabo de unos segundos se retoma el contacto en medio de ruidos, llantos, pedidos de auxilio y explosiones. El reportero sólo alcanza a decir que de la nave han bajado unos seres extraños que comienzan a matar a los curiosos. Con la respiración alterada, el enviado de la CBS informa que los visitantes han matado miles de personas. “¡ Esto es una invasión marciana!” es lo último que logra decir el desafortunado periodista.